Un mito sobre la disfunción eréctil

Publicado el 1 de octubre de 2023, 23:40

La pornografía no es el problema.

De acuerdo a muchas conversaciones en línea y en los medios de comunicación actuales, ver mucha pornografía puede causar disfunción eréctil. En respuesta a mis escritos, muchas veces recibo críticas de gente que cree que la adicción al porno ha afectado sus vidas sexuales y la capacidad de sus erecciones.

 

Abajo hay algunos ejemplos de tales comentarios, resumidas y con las groserías editadas. Por favor, noten que no he “escogido” estos comentarios. En vez de eso, solo he tomado los tres comentarios más recientes acerca de la DE [disfunción eréctil]:

 

  • “El porno es una de las drogas más adictivas que hay. ello ha causado demasiados problemas en la vida de uno incluyendo la DE. cállate la p*** boca y siéntate de una p*** vez, eres un p*** fraude. para de buscar atención, gary wilson es mejor de lo que tú puedes llegar a ser. estás enojado de no haberlo descubierto tú y lo estás tratando de ocultar? jódet*. solo ve todas las páginas de adicción al porno tú p*** fraude”.

 

  • “Varios hombres, incluyéndome a mí mismo, han dicho en otros foros que hemos empezado a masturbarnos con porno con una verg* flácida. El porno es lo bastante fuerte para excitarme mentalmente que puedo llegar al orgasmo con una erección del pene en un 30-50%. Me he masturbado así desde hace un año o más… Trabajen con sabiduría, soy un estudiante graduado en neurociencia en UCSF. Un poco más de contexto, intenté acostarme con 9 o 10 mujeres en 2012 y estuve en relación con 4 de ellas por 2 meses o más y nunca logré tener una erección o mantener una erección. También fumaba probablemente una vez a la semana (socialmente)y tomaba dos veces a la semana (jamás en extremo), pero nunca fui adicto a nada…”.

 

  • “Es sorprendente que haya gente que todavía pregunta si hay o no tal cosa como la adicción al porno.. Al autor, te reto a explicar el ACELERADO aumento en el número de jóvenes y hombres en sus 20s con disfunción eréctil. Hay CONEXIÓN DIRECTA entre la accesibilidad de porno con internet de alta velocidad y la sobre estimulación de sus cerebros y de por que no lo pueden lograr con mujeres reales. Las pruebas están ahí, no necesito leerlas en un periódico científico para aceptarlos como evidencia. Lo he vivido y conozco a MUCHOS otros en la misma situación.En realidad no tiene importancia si crees que esto es real o no porque hay bastantes hombres que se presentan con sus problemas con el porno que negarlo es algo loco, y muy pronto la industria médica lo va a reconocer...Páginas como yourbrainonporn,nofap y yourbrainrebalanced no existen para p***s y burlones. Hay hombres que son lo bastante valientes para dar el primer paso en admitir que tienen un problema”.

 

Hay valor científico en las anécdotas, ya que tales afirmaciones pueden llevar a teorías científicas e hipótesis, y guían futuras investigaciones. Una manzana cayendo en la cabeza de Newton es un buen ejemplo de una anécdota que llevó al desarrollo de una teoría comprobable. Es razonable examinar si hay evidencia médica y científica que pueda apoyar las anécdotas que aparecen arriba y fomentar investigaciones futuras.

 

Una revisión de Pubmed, la base de datos de literatura médica más grande, revela que no hay ni un solo estudio publicado que enlaza la pornografía y la disfunción eréctil. Una búsqueda de las palabras “disfunción eréctil pornografía” da como resultado 52 publicaciones. De estos, la mayoría son estudios que usan la pornografía, o los “estímulos sexuales visuales” (VSS, siglas en inglés) para examinar la disfunción eréctil. De hecho, los urólogos e investigadores han encontrado que ver pornografía es un examen efectivo, no invasivo y confiable para la disfunción eréctil psicógena. Un estudio sorprendente identificó que la actividad cerebral de los hombres que ven pornografía no es muy diferente en hombres con y sin disfunción eréctil.

 

Dos recientes estudios concluyentes discuten los altos índices de disfunción eréctil entre los hombres jóvenes. Un estudio de 2013 hecho por Capogrosso, et al., descubrió que el 25% de los hombres que buscan tratamiento de la DE por primera vez son menores de 40 años, y califican estos altos índices como “preocupantes”. Un estudio de 2012 por Mialon, et al., señala que el 30% de los hombres jóvenes suizos informaron un historial de disfunción eréctil (aunque la mayoría de estos informes fueron clasificados como DE “leve”). Este estudio es notable, en tanto que representa una vista rápida válida de la población de todos los hombres jóvenes suizos, ya que la investigación se basó en 9,000 hombres, presentando exámenes médicos universales de requisitos nacionales para determinar la capacidad militar.

 

Los dos estudios señalan que hay muy poca información existente que examina los índices de disfunción eréctil en hombres jóvenes. Históricamente, esto ha sido estudiado y tratado principalmente en hombres mayores. Sin embargo, la sociedad ha sufrido un cambio en los años pasados, según los medicamentos para la disfunción eréctil se han vuelto más ampliamente asequibles. Desde 1999, cuando Bob Dole apareció en comerciales para Viagra, parece que hubo un descenso en el estigma asociado a los temas sobre las disfunciones eréctiles. La alta cantidad de conversaciones sobre la disfunción eréctil en hombres jóvenes puede reflejar este cambio, y no un incremento en los índices experimentados actualmente.

 

¿A qué culpan Mialon y Capogrosso por estos altos índices de disfunción eréctil en hombres jóvenes? La respuesta no es la pornografía. Así es, el uso de pornografía no aparece en ninguno de estos estudios, ni en ninguno de los informes de estos hombres jóvenes. Mialon, et al., encontró que la disfunción eréctil de esos jóvenes estaba ligado al uso de medicamentos sin prescripción, a una baja experiencia sexual y a la salud mental y física. El uso de tabaco, alcohol y drogas fueron pronosticadores importantes. Capogrosso, et al., encontró resultados parecidos, donde los jóvenes varones presentados para el tratamiento de la DE informaron registros más altos de consumo de tabaco y alcohol comparados con las de sus homólogos de mayor edad.

 

Sinceramente, es sorprendente para muchos de nosotros el que de un cuarto a un tercio de los hombres jóvenes experimenten disfunción eréctil. Pero yo creo que la sorpresa sobre estos índices está probablemente ligada al hecho de que, a través de la historia, esto no fue algo que haya sido investigado o dialogado por los jóvenes. Cualquier reporte de DE en hombres jóvenes nos sorprende, porque por mucho tiempo hemos creído que simplemente esto no puede pasarle a los hombres jóvenes.

 

Cuando los hombres, tanto jóvenes como mayores, informan de disfunción eréctil, yo pienso que es una oportunidad más que una tragedia. En mi práctica médica, invito a estos hombres a analizar la idea de que sus genitales juegan solo una pequeña parte en su actividad sexual. No lograr una erección puede mover a un hombre a atender otros aspectos de la interacción, y a veces también puede ser una señal para atender asuntos psicológicos y de comunicación; Herb Goldberg, Ph. D., llamó a esto “La sabiduría del pene”. Concuerdo con el miedo y el enojo que expresan los hombres en los comentarios del principio, que están luchando con algo que no entienden ni pueden controlar. Pero me pongo tiste por el grado en que esta intensa plática acepta que el valor sexual de un hombre está determinado únicamente por lo duro de sus erecciones.

 

Un problema parecido pasa cuando las mujeres son acusadas de volverse “adictas” a los vibradores, con el miedo de que usarlos dificulta la habilidad de una mujer de tener un orgasmo durante el llamado sexo "normal". Así como los argumentos acerca del uso de porno y la disfunción eréctil masculina, estos argumentos están plagados de los prejuicios de género y una falta del entendimiento de la sexualidad.

 

Estos puntos de vista me recuerdan a otros documentos también disponibles en la página de Pubmed, tratados de los 1800s sobre la masturbación y la “autopolución”. Estos argumentos fueron introducidos a la medicina en los 1700s por Samuel Tissot, pero también están en muchas tradiciones religiosas y espirituales, como en las religiones orientales que hablan del “chi” y la rama tántrica llamada Karezza. Todas estas teorías se basan en una idea no científica de que el orgasmo o la eyaculación de alguna manera agotan la energía de la persona, de la misma manera en que los entrenadores suelen decir a sus atletas que se abstengas del sexo antes de una competencia.

 

Me alegra que el sitio reddit no-fap y los sitios de yourbrainonporn estén invitando y animando a los hombres jóvenes a compartir sus historias y a debatir sobre sexualidad, y que quizás estén ayudando a estos jóvenes a educarse a sí mismos. Todas esas cosas son buenas, aunque me preocupa que esas sitios sean grandes ejemplos del peligroso poder de la psicología social. La presión de grupo, la teoría de la conformidad, la teoría de las expectativas y el sesgo muestral pueden llevar a pensar que estas historias son más representativas de lo que realmente son.

 

El consumo de porno informado por estos individuos no es “una sola variable”, sino que incluye la masturbación y el notable tiempo en la Internet, que afectan sus actividades diarias, su salud física, sus relaciones, etc. Cualquiera o todas estas variables puede afectar la función eréctil y no deben ser discutidas en un enfoque simplista de “culpa al porno”.

 

Como médico clínico, estoy éticamente preocupado cuando los grupos recomiendan activamente cosas que no están apoyadas por la ciencia o la práctica clínica. Hasta ahora, no hay evidencia científica que sugiera que la DE informada por estos hombres jóvenes no pueda ser explicada por causas conocidas. Afirmar éticamente lo contrario requeriría investigaciones o estudios que examinen a las personas que hayan hecho estos informes y usaran una buena metodología y evaluaciones exhaustivas que descartaran las causas anteriores, para demostrar si realmente hay un grupo de hombres con DE que no pueden ser explicados por causas que no sean otras que el uso de porno. Pero, hasta hoy, parece ser más clínicamente y científicamente apropiado trabajar bajo la suposición de que el uso de porno y la disfunción eréctil no están ligadas por causalidad.

 

ACTUALIZACIÓN (3-27-15): Dos estudios recientes han sido publicados por investigadores que examinaron si en verdad hay una potencial epidemia de disfunción eréctil causada por el porno. Prause y Pfaus publicaron este estudio en Sexual Medicine, encontrando que el uso de porno no predijo disfunción sexual, sino al contrario, predijo mayores niveles de sensibilidad sexual.

 

Landripet y Stulhofer estudiaron a hombres europeos de Croacia, Noruega y Portugal, y encontraron que no hay conexión confiable entre el uso de porno y la disfunción sexual. En efecto, no hay relación estadística entre los hombres que tienen un alto uso de pornografía y los reportes de disfunción sexual. Hay vínculos inconsistentes pero débiles con el uso moderado de la pornografía. Sin embargo, tales conexiones inconsistentes sugieren más probablemente que el uso de porno puede estar relacionado con la disfunción sexual solo como una variable indirecta. En otras palabras, el uso de porno no es un marcador importante a usar o tomar en cuenta, y los índices de disfunción sexual en hombres jóvenes siguen siendo mejor explicados por los motivos arriba citados.

 

Estos dos estudios en realidad abordan las quejas frecuentes de quienes exclaman que no hay evidencia de que el porno cause DE simplemente porque no se han hecho estudios sobre la disfunción eréctil que tomen en cuenta los altos niveles de uso de porno en Internet entre los hombres jóvenes hoy día. Ahora hay dos estudios, ambos llevados a cabo independientemente, por investigadores respetados. Y tampoco encontraron ninguna evidencia que apoye este mito. Por desgracia, estoy seguro de que más que aceptar estos descubrimientos, los creyentes verdaderos encontrarán la forma de desacreditar esta evidencia y permanecer comprometidos con la creencia de que el porno “rompe sus penes”.

 

Publicado el 29 de agosto de 2023 por David J. Ley, para Psychology Today |  Revisado por Abigail Fagan

 

Puedes seguir a David Ley en Twitter, @DrDavidLey.

 

Enlace al artículo original: https://www.psychologytoday.com/us/blog/women-who-stray/201308/erectile-dysfunction-myth.

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios