
Quejarse sobre los peligros del porno distrae de la responsabilidad personal.
El porno no es adictivo. El sexo no es adictivo. Las ideas de la adicción al sexo y al porno son algo de la psicología popular que parecen tener sentido, pero no tienen base científica legítima. Por décadas, estas ideas han prosperado en los Estados Unidos, pero han sido rechazadas con firmeza por la medicina y la salud mental. Los medios de comunicación y la sociedad estadounidense han aceptado que el sexo y el porno son adictivas, porque parece intuitivamente cierto: todos hemos sentido que a veces hemos hecho algo estúpido o auto-destructivo cuando el sexo está de por medio. Pero esta falsa creencia es peligrosa y, al final, no ayuda en nada. Porque cuando las personas creen que el porno es adictivo, esto cambia el argumento y, de repente, parece que es el porno y el sexo lo que trae problemas. La adicción al porno se vuelve una etiqueta y parece ser una explicación, cuando, de hecho, sólo son palabras sin sentido y estereotipos que distraen del tema real. Pero el sexo y el porno no son el problema. Lo eres tú.
Las personas tienen una fuerte respuesta a los videos de pornografía. El porno de Internet es muy bueno en provocar la sexualidad masculina. Las fuerzas económicas del mercado abierto han llevado al porno moderno de internet a ser muy efectivo en cuanto a activar los disparadores de la sexualidad masculina, de hacer que se exciten. Pero en realidad las mujeres tienen una respuesta fisiológica más fuerte al porno que los hombres y, basándonos en estas investigaciones, las mujeres deberían ser más adictas a la pornografía que los hombres. Pero la gran mayoría de las historias que escuchamos es sobre hombres. ¿Por qué pasa esto? Porque una parte de este asunto se trata de atacar los aspectos de la sexualidad masculina, incluyendo la masturbación y el uso de pornografía, comportamientos que la sociedad teme y no entiende.
El porno puede afectar a las personas, pero no sobrepasa ni elimina sus valores. Si alguien al ver porno se encuentra con algo que no le agrada, eso no afecta su comportamiento ni sus deseos. Pero, si alguien ve porno donde aparecen actos de los cuales él, el espectador, tiene una opinión neutral, entonces esto vuelve más probable que tenga interés en intentar imitar aquel acto en carne propia. Tomemos por ejemplo el sexo anal. Si a alguien que ve porno no le gusta, ver pornografía de sexo anal no va cambiar eso. Pero si tiene una opinión neutral sobre eso, entonces ver porno de sexo anal probablemente aumente un poco la oportunidad de que quiera, al final, intentarlo. Pero he aquí el punto principal de este asunto: las personas que consumen porno morboso, violento, son personas que ya tienen un temperamento violento. Así que, el problema no está en el porno, sino en esas personas. Regular el acceso al porno en realidad no puede tener efecto en estas personas mientras ellas puedan (y sí que pueden) encontrar imágenes mucho más gráficas y violentas en películas tradicionales de Hollywood, como es el caso de Saw.
He aquí ciencia empírica acerca del porno que es generalmente ignorado: así como las sociedades tienen mayor acceso al porno, el porcentaje de los crímenes sexuales, incluyendo el exhibicionismo, las violaciones y el abuso de niños, bajan (véase el trabajo de Milton Diamond). Alrededor del mundo y en los Estados Unidos, así como los hombres han aumentado su capacidad de ver material erótico en la Internet, los crímenes sexuales han bajado. Lo creas o no, el porno es bueno para la sociedad. Estos son datos correlacionales, pero es una investigación muy sólida y repetida. Aunque, todavía, no es un mensaje que muchos quieran escuchar. A algunas personas quizás no les guste el porno, pero nuestra sociedad lo ama y se beneficia de ella.
Cada vez se vuelve más difícil encontrar hombres en nuestra sociedad que nunca hayan visto pornografía. Pero si el porno fuera el problema (si el porno fuera adictivo), entonces los problemas causados por el porno serían mucho mayores de las que hay. En verdad, en estudios recientes, menos del 1% de las personas afirmaron haber tenido problemas en sus vidas a causa de tener problemas con controlar sus comportamientos sexuales, incluyendo el ver porno. Ahora, números mayores (un 10% aproximadamente), informaron “sentir” que sus deseos sexuales eran difíciles de controlar, pero hay una gran diferencia en sentir algo, que estar fuera de control.
Así que, si tu eres parte de ese 1%, entonces, ¿qué está pasando? Si no es el porno, entonces debes ser tú. Algo que tiene que ver contigo (a veces, más de una cosa) te está llevando a tomar malas decisiones en el sexo. Ahora, en esto no estás solo; es de conocimiento universal que las personas suelen tomar malas decisiones cuando están excitadas sexualmente, sea decidir no usar condón o elegir masturbarse con pornografía cuando no deberían. Llamémoslo “nuestro talón de Aquiles del sexo” y reconozcamos que la excitación sexual afecta nuestra toma de decisiones.
Pero, hay algo más que eso en tu caso si piensas que el porno es el problema para tí. Aquí tienes más ciencia real que sugiere algunas cosas que están pasando contigo: te gusta el sexo. Hay bastantes estudios empíricos (aquí el link a uno de ellos) que han encontrado que los que se identifican solos como adictos al porno suelen ser personas con una libido alta. Tú eres una persona que puede ser excitada muy fácilmente (si así lo quieres). Además, quizás hayas crecido en una familia (o cultura) donde el sexo y la masturbación es vista como algo moralmente malo.
Tener la libido alta no es algo malo. En verdad, una de las cosas que argumento, es que los hombres (y las mujeres) que gustan de tener sexo han cambiado este mundo y lo han hecho mejor. Estrellas de rock, políticos, líderes militares y estrellas de los deportes suelen ser personas con una libido alta y un deseo alto por triunfar. A veces, ellos quieren tener éxito sólo porque quieren tener más sexo.
Pero, si eres un hombre al que le gusta el sexo y también el porno, ¿eso es algo que siempre has tenido? Lamento decirte que nuestra sociedad no ha enseñado a los hombres a cómo identificar y negociar con sus deseos sexuales o necesidades. Nosotros tratamos al sexo como un sucio secreto. Entonces, cuando los hombres son descubiertos, entran en una mentalidad de sucio secreto y tratan al sexo como si fuera el problema.
Aquellos otros hombres, los que gustan del sexo, ver porno y no tienen problema con ello, ¿cómo lograron hacer eso? Una respuesta es que ellos se entienden a sí mismos y sus deseos. A veces, ellos se sientan con sus esposas y novias y tienen una platica real, una discusión abierta sobre su uso del porno, su interés en ello, qué sí significa y qué no significa y su atracción e interés por su pareja. Esa es una difícil y espantosa discusión (no para la primera cita, por favor) porque se requiere de un hombre que se defienda a sí mismo y a sus deseos sexuales, que esté dispuesto a negociar esas necesidades, que esté dispuesto al compromiso pero siendo sincero consigo mismo, mientras, a cambio, da el mismo trato.
¿Otra cosa acerca de aquellos hombres que no tienen problemas con ver porno? Ellos prestan atención a sí mismos y hacen el trabajo que es necesario para tomar buenas decisiones. Algunos hombres tienen la internet o el cable apagados en sus habitaciones del hotel o tiene instalado un filtro en sus computadoras, para así tener menos tentación. Eso no es porque el porno sea el problema, sino porque estos hombres reconocen (cuando no están excitados sexualmente) que tienen la necesidad de estar preparados para tomar buenas decisiones.
Está bien aceptar que has tomado malas decisiones cuando el sexo o el porno están envueltos. No estas solo en eso y no es un pecado. Pero es tu responsabilidad identificar por qué y cómo tomas malas decisiones y hacer algo al respecto para tomar buenas decisiones en el futuro. Cuando tú culpas al porno de tus problemas, te estás diciendo a ti mismo: “El porno es más poderoso que yo.” Así que yo estoy aquí para decirte: eso no es cierto. Tú puedes tomar la responsabilidad por tu vida, tu sexo, tus buenas y malas decisiones y tener la vida que tú quieres.
El porno no es el problema; tú lo eres. Pero, ¿sabes qué? También eres la solución.
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Publicado el 20 de mayo de 2013, por David J. Ley | Revisado por Gary Drevitch
Link a la publicación original: https://www.psychologytoday.com/us/blog/women-who-stray/201305/porn-is-not-the-problem-you-are
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